sobre hacer bien las cosas
- axelbeci
- 1 jun 2022
- 3 Min. de lectura
Creo que he dicho alguna vez, por aquí, que no soy una persona conformista. Pocas veces se me oirá decir; esto lo he hecho bien. Seguramente, lo más que se me pueda escuchar, es que esta o aquella competición no ha ido mal del todo. No ha salido mal, o que sí, que bueno, que se podría haber hecho algo mejor.
Supongo que la gente que me conoce mejor sabrá que hace algunos años, antes del triatlón, antes del Ironman y el entrenamiento, antes de la fisiología y la nutrición, pasé unos meses trabajando en Rusia. 15 para ser exacto. Los 15 meses más largos de mi vida, los más oscuros y fríos, con mucha diferencia. Y no únicamente en el aspecto meteorológico. Esto sucedió, en parte, por la peculiar manera de ser de los rusos. Digamos que son difíciles, un pueblo acostumbrado al sufrimiento, a perseverar, a sobreponerse y pelear ante la adversidad. En ruso, pocas veces oirás a una persona decir que algo está bien, para lo que emplean la palabra Хорошо, o “jorosho”. La mayoría de las veces, dirán que algo es “no mal” es decir Неплохо, “nieplojo”.
Siempre he pensado, que la manera de ser de un pueblo se percibe en su idioma, en cómo se expresan, en cómo hablan, lo que no deja de ser un reflejo de la personalidad. Y que, cuando aprendes a hablar un idioma y vives una cultura, absorbes parte de esa personalidad, parte de esa mentalidad, que pasa a formar parte de la tuya propia y la moldea.
Es sorprendente el funcionamiento del cerebro, de la mente. Hace unos días, cuando conseguí ganar mi primer triatlón de media distancia en Aranjuez, que además era campeonato de la Comunidad de Madrid, lo primero que pensé nada más cruzar la meta fue: vaya mierda de carrera has hecho, colega. Y me invadió un desasosiego, una apatía, que nunca había antes había experimentado y que ha durado varios días, como si una densa niebla difuminase el contorno de mi motivación, siempre intrínseca, la mayoría de veces prácticamente inquebrantable. Como digo, no soy una persona conformista, intento siempre buscar mi mejor versión en todo lo que hago, y cuando no lo consigo, esta actitud puede resultar en una fuente de frustración. “Nie jorosho, nieplojo”.
En Aranjuez creí no haber tenido “el día” que yo quería tener. La natación no fue buena. Creo que la bici que hice es muy mejorable. Y sufrí mucho más de lo que esperaba sufrir en la carrera a pie, hasta el punto de pensar que no llegaba a meta a falta de 3km cuando llevaba más de un minuto de ventaja a Carlos, que había tenido problemas gástricos (si no, seguramente hubiera estado como mínimo conmigo, o probablemente, por delante). Eso sí, cómo moló el momento de salir juntos de la T2, corriendo en plan IronWar.
En fin, si cuento toda esta chapa, es para auto recordarme (como todo lo que escribo en el blog) que siempre hay un desajuste entre el ideal que tenemos en la cabeza, y la realidad del momento. Esto aplica, tanto en competición, como especialmente durante los entrenamientos. Se debe entrenar y competir respetando la realidad del momento, sin caer en la tentación de querer estar donde no se está, en un momento en el que no toca. Por eso me gusta competir en una o dos carreras antes de empezar el bloque específico de Ironman. Porque, aunque en Aranjuez no estuviera en la misma forma que la que tendré el día de Vitoria, el hecho de “no tener el día” me recuerda que esto del triatlón de media y larga distancia no es un paseo por el campo. Que siempre, siempre, se sufre, y antes o después se termina sufriendo mucho si lo das todo (mi caso, al menos, que no me guardé un gramo de energía en Aranjuez).
El año pasado, por la peculiaridad del momento, no pude correr esas carreras de baremación, de ajustar el termostato, y eso me pasó mucha factura, también teniendo en cuenta que llevaba, como todos, más de un año sin apenas competir.
Espero que este año sea diferente. Que la experiencia acumulada me sirva para acercar las expectativas a la realidad. Y que, llegado el momento, sea capaz de hacer bien las cosas, sin caer en el “wishful thinking”. Porque el Ironman no me va a perdonar que vuelva a desafiarle con un ego desmedido.
Nos vemos el 10 de julio en Vitoria!

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